FRITADAS, UN PLATILLO TADICIONAL IMBABUREÑO

FRITADAS, UN PLATILLO TADICIONAL IMBABUREÑO
Las deliciosas fritadas del Chota, una tradición que marca fronteras.

martes, 28 de julio de 2015

SECOS DE DOÑA DE GLADYS
 
Comedor  Doña Gladys, es el nombre con el que hace 30 años  Gladys de la Torre bautizó a su negocio de comida.  El puesto número treinta y nueve le  identifica como parte del mercado de Atuntaqui .  A lo largo de  los años  ha ganado su clientela y según Gladys desde que degustan sus secos de pollo jamás vuelven a probar otros porque nunca dejará la sazón exquisita que le da a sus comidas.

Mientras que su negoció crecía el mercado cada vez se convertía en su segundo hogar. Carlos Calderón  cliente del restaurante muestra una sonrisa al hablar de los secos de Doña Gladys

“Desde que era chiquito siempre venía a comer donde la señito con mi familia,  a mi papá le encanta, desde ahí ya se convirtió en una tradición porque  la comida es riquísima lo que más me gusta son los secos de cuero, recomendado en las mañanas después de un chuchaqui”.

Secos de Pollo, secos de carne al jugo, caldo de pollo de campo, secos con cuero, es el menú que ofrece desde las siete de la mañana hasta las dos de la tarde Doña Gladis, satisfaciendo el paladar y sentando en provecho la comida del día de los atuntaquenses.

El buen genio es uno de los principales atractivos que llama la atención de los comensales, uno de ellos al Presidente Rafael Correa quien le visitó y le hizo preparar 29 platos para él y el personal que lo acompañaba, otra de las figuras públicas que ha probado la comida de Doña Gladys es el ex Alcalde de Atuntaqui Richard Calderón.

“Yo les recomiendo venir donde la señora Gladisita la comida es fresquita y el caldito de pollo sana cualquier dolencia” es así como Antonio Pita se refiere con admiración a la fonda de Doña Gladys. El esfuerzo y el trabajo en la preparación de la comida han hecho que este restaurante se convierta en un atractivo de la gastronomía Imbabureña.

El Yogurt de la Abuela: una alternativa
artesanal y orgánica
 
 

En su fábrica ubicada en  el sector de San Pedro en La Esperanza, a unos 15 minutos de Ibarra, Doña Gloria nos recibe con su carisma y amabilidad que se perciben desde que se la conoce.

Comenzó hace casi 40 años en el mundo de los lácteos, en 1975, cuando por iniciativa propia, y como ella dice, “porque le picó el bichito de la curiosidad”, decidió aprender sobre la elaboración de estos productos.

Según relata, ella fue la primera en elaborar yogures en la zona norte del país, es decir en Imbabura y Carchi, pero su afán no era crear una empresa grande ni hacer una fortuna, “sino ayudar a la gente del sector y ofrecer un producto natural”.

El lugar donde elabora sus yogures es un pequeño espacio, adecuado en su finca, en donde se siente un ambiente de paz, muy diferente al de las grandes fábricas de yogures. Rodeada de refrigeradoras, ollas, barriles, mezcladoras… Doña Gloria elabora sus productos tres veces al mes.

Ella produce yogurt orgánico. Según explica, no usa nada de químicos para su elaboración, “iniciando desde la leche pura y fresca, que proviene de  vacas alimentadas en pastizales y ordeñadas en el campo”.

La fabricación de estos yogures se realiza a base de cultivos naturales. “Sus beneficios regeneran la flora intestinal y previene la cistitis y alfa crónica. Su producción es netamente artesanal”.

El yogurt de la abuela produce enzimas que son absorbidas directamente por la pared del intestino causando que estas protejan y eviten el cáncer de estómago.

Gladys López, una de sus principales y constantes clientas, afirma que desde que consume el yogurt, su gastritis y problemas estomacales han disminuido y ha mejorado su digestión. Para ella consumir el yogurt se convirtió en un hábito para mejorar su salud.

Para su preparación, Doña Gloria explica que inicia colando la leche, que se la esteriliza a base de fuego durante dos horas, para matar todas las bacterias.

Posteriormente se emplean las fórmulas y las vacunaciones que producen los fermentos para elaborar el yogurt. Luego, este material entra en las cámaras de incubación con sus respetivas temperaturas,  posterior a ello inicia el proceso de cultivo, se determina la homogeneidad, el aroma y el grado de acidez. Doña Gloria resalta que para este proceso no se emplean colorantes, sino vegetales. El azúcar también se esteriliza con el fin de evitar cualquier químico que pueda contener.

En la fábrica se producen cinco tipos de yogurt diferente: el bebible; el dietético elaborado para personas con diabetes o con problemas en el aparato digestivo y la flora intestinal; parfait que consiste en yogurt, crema y 3 capas de mermelada; y el condensado elaborado con capas de yogurt, leche y crema.

Se envasa en vidrio y únicamente el bebible en envases de plástico. Los sabores pueden variar entre mora, frutilla, durazno, guanábana, naranja, mandarina, coco, piña y mango, elaborados con frutas cosechadas de manera orgánica.

Martín Proaño, es uno de sus sobrinos quien al momento de elaborar el yogurt colabora en el proceso, él comenta  que la realización se basa en el trabajo en equipo de los integrantes, ya que cada uno se empeña en hacer su labor con dedicación.  ´´ Es un ambiente en el que todos nos esforzamos por contribuir y crear un buen producto artesanal.´´

Para Doña Gloria, la salud es la fuente de la vida, ´´ no se puede vivir dignamente si no estamos sanos y no servimos a los demás, esa es la riqueza que tiene el ser humano.´´

El Yogurt de la Abuela, más allá de pretender ser un negocio, busca abrir fuentes de trabajo para las personas de la zona, que en su mayoría son de escasos recursos, dedicadas al campo y a pequeñas producciones de sus ordeños o cultivos, contrastando con los valores de solidaridad y empatía que definen a Doña Gloria.
 
Tradicional colada de uchujacu
 
Al igual que lo hacían sus ancestros durante las festividades de San Juan, un grupo de personas elabora la tradicional colada de Uchujacu, que en kichwa significa ‘harina picante’, elaborada a base de seis granos, que dan el sabor característico del platillo.
“Queremos revivir la comida nuestra para que las personas conozcan cuál es la gastronomía de estas fiestas”, comentó Gladis Remache, representante de la comunidad indígena Hatun Punlla, de Ibarra, quien junto a sus compañeras de otras comunidades de Zuleta, Cayambe, Natabuela, entre otras, son parte del taller gastronómico organizado por el Ministerio de Cultura.
 
Elaboración
Para el ingrediente principal, que es la harina, inician con el proceso en el que se integra la arveja, cebada, trigo, maíz, lenteja y haba, que luego de ser pacientemente seleccionados pasan a ser tostados para después mezclarse con condimentos molidos, como el comino, ajo y achiote.
 
Cuando es cernida está lista para hacer la colada, que es considera como uno de los platos favoritos, que además se acompaña con cuy, gallina de campo, carne de chancho, e incluso con churos. Por su parte algunas de las participantes mencionaron que en esta ocasión la preparación será con gallina de campo y mote.


Alimentos. De acuerdo a las comunidades a  la colada le agregan otros ingredientes como papas, huevos o queso fresco.












UNA TRADICIÓN A LO GRANDE

La nogada más grande del mundo es realizada anualmente en la ciudad de Ibarra por la familia Núñez, quienes durante años han representado esta tradición gastronómica.



La iniciativa de preparar esta nogada surgió hace varios años por parte de Víctor Núñez, propietario del sitio más reconocido de Nogadas de la ciudad de Ibarra, ubicado en una de las esquinas del Parque de la Merced, sin embargo por falta de ingresos económicos no se había podido llevar a cabo. 


En el 2013 se la  realizó por primera vez cuando surgió la oportunidad de elaborarla por las fiestas de la ciudad, ya que se presentó  la propuesta al Municipio y fue aprobada, además que decidió cubrir todos los gastos necesarios para su preparación.

 “La hacemos entre 3 personas y nos toma 10 horas terminarla, cada año vamos aumentando el tamaño y  queremos incluirla en el Record Guiness” manifestó Víctor Núñez.
Esta novedosa creación tiene diferentes formas y ya se la ha realizado en forma de corazón y de trébol.
La nogada es sujetada a un molde de triplex, usualmente mide 2,80m de largo por 2m de ancho y se la divide  en 4 secciones, la amarrilla es de maracuyá, la blanca de coco, la rosa de mora y la café es la popular de panela.
Se necesitan 70 libras de tocte, panela, azúcar, fruta natural, entre otros ingredientes para su elaboración.



Martha Beltrán quien cumplió 50 años de matrimonio con su esposo ´´Para mis bodas de oro hice el pedido de una nogada, no tan grande como la original pero con las mismas características, fue una fiesta tradicional por lo que todos nuestros invitados estuvieron sorprendidos y a gusto´´ manifestó Martha Beltrán


Las nogadas son expuestas en ferias y desfiles, sin embargo por el costo de elaboración no pueden ser elaboradas constantemente y únicamente se las hace bajo pedido, las demás nogadas reposan en la fábrica de productos artesanales de la familia.
La tradicional fritada de El Juncal, en el Valle del Chota



Es un plato típico de la gastronomía de Ecuador, su componente principal es la carne de cerdo frita.
Juncal - Imbabura. A pesar de ser considerado un platillo de la cultura indígena, en el sector del Chota, donde la mayoría de personas son afroecuatorianas, se ubica un local considerado ya como tradicional, con más de 30 años.

En el Valle del Chota, conocido por ser cuna de grandes figuras del fútbol ecuatoriano, se asientan comunidades donde la mayoría de la población es afroecuatoriana. En este sitio, en el límite de Imbabura y Carchi, a pocos metros del puente que atraviesa el río Chota, se ubica el local de Fritadas El Juncal, en la comunidad del mismo nombre.

A pesar de que en Imbabura los sitios considerados tradicionales para degustar fritada son en Ibarra, Otavalo y Atuntaqui, como parte de la cultura indígena de estos sectores; los afroecuatorianos que se ubican en el Chota prácticamente consideran suya esta tradición, debido a la fama y reconocimiento que han tenido las Fritadas El Juncal.

Sitio

Ubicados frente a la Panamericana Norte, en el punto de división para ir a Pimampiro o continuar hacia el Carchi, se ubica el local de la familia Cachiguango Padilla. El modesto pero impecable lugar tiene ese ambiente de alegría, siempre con música movida que contrasta con el carisma de los choteños, también conocidos por ser los precursores del ritmo de la bomba.

Apenas se ingresa ya se siente el olor característico fritada, se puede observar el tostado, el mote, y las pailas encendidas con los trozos de carne, que constantemente son mecidos por una de las trabajadores, que es afrodescendiente.   

Diego Cachiguango, propietario del negocio, relata que actualmente laboran más de 10 empleados, que en su mayoría son gente de El Juncal. “Mis padres comenzaron en el antiguo puente, que es más arriba, y luego se pasaron a este local”. 

Según comenta, Fritadas El Juncal es un negocio familiar que tuvo sus inicios en la década de 1970, específicamente en el año 1978, en El Juncal, un caserío del Valle del Chota, provincia de Imbabura.
Manuel Cachiguango y Delia Padilla, oriundos de la provincia de Imbabura, deciden en esa época levantar su negocio en El Juncal, que también es una zona de alto tráfico por estar situado en un punto donde se reparten las vías a Pimampiro y Carchi.

Desde ese entonces sus propietarios se han especializado en la fritura de la carne de chancho o fritada, que es uno de los platillos más apreciados por los clientes de la zona y turistas, que hacen su parada para deleitarse de su menú creado con esta materia prima.

“El negocio empezó tan solo siendo un pequeño salón construido en madera, pero con el paso de las casi cuatro décadas ha cambiado mucho, tanto en su estructura externa como interna, llegando hoy en día a considerarse como una empresa que alberga varios trabajadores en sus instalaciones y sosteniendo a mas de 20 familias”.


EL FAMOSO RICO MOTE(especial)

Ancestrales comidas a lo largo del tiempo han estado en constante cambio y han sido consumidas durante años en nuestro país. El rico mote se ha convertido en uno de los atractivos gastronómicos de la ciudad de Ibarra, es por eso que siempre se encuentra lleno y atento a su clientela.   

Para degustar de un ´Rico Mote´ se debe ir temprano y esperar alrededor de dos minutos, si va al medio día se perderá la degustación de este delicioso aperitivo tradicional. Mote, alberja, chochos, carne y las papas con mapaguira son los principales elementos que contiene este exquisito plato acompañado de ají y mayonesa.

El restaurante funciona por alrededor de tres años, la amabilidad del personal hace más placentera la degustación del Rico Mote.