FRITADAS, UN PLATILLO TADICIONAL IMBABUREÑO

FRITADAS, UN PLATILLO TADICIONAL IMBABUREÑO
Las deliciosas fritadas del Chota, una tradición que marca fronteras.

martes, 28 de julio de 2015


El Yogurt de la Abuela: una alternativa
artesanal y orgánica
 
 

En su fábrica ubicada en  el sector de San Pedro en La Esperanza, a unos 15 minutos de Ibarra, Doña Gloria nos recibe con su carisma y amabilidad que se perciben desde que se la conoce.

Comenzó hace casi 40 años en el mundo de los lácteos, en 1975, cuando por iniciativa propia, y como ella dice, “porque le picó el bichito de la curiosidad”, decidió aprender sobre la elaboración de estos productos.

Según relata, ella fue la primera en elaborar yogures en la zona norte del país, es decir en Imbabura y Carchi, pero su afán no era crear una empresa grande ni hacer una fortuna, “sino ayudar a la gente del sector y ofrecer un producto natural”.

El lugar donde elabora sus yogures es un pequeño espacio, adecuado en su finca, en donde se siente un ambiente de paz, muy diferente al de las grandes fábricas de yogures. Rodeada de refrigeradoras, ollas, barriles, mezcladoras… Doña Gloria elabora sus productos tres veces al mes.

Ella produce yogurt orgánico. Según explica, no usa nada de químicos para su elaboración, “iniciando desde la leche pura y fresca, que proviene de  vacas alimentadas en pastizales y ordeñadas en el campo”.

La fabricación de estos yogures se realiza a base de cultivos naturales. “Sus beneficios regeneran la flora intestinal y previene la cistitis y alfa crónica. Su producción es netamente artesanal”.

El yogurt de la abuela produce enzimas que son absorbidas directamente por la pared del intestino causando que estas protejan y eviten el cáncer de estómago.

Gladys López, una de sus principales y constantes clientas, afirma que desde que consume el yogurt, su gastritis y problemas estomacales han disminuido y ha mejorado su digestión. Para ella consumir el yogurt se convirtió en un hábito para mejorar su salud.

Para su preparación, Doña Gloria explica que inicia colando la leche, que se la esteriliza a base de fuego durante dos horas, para matar todas las bacterias.

Posteriormente se emplean las fórmulas y las vacunaciones que producen los fermentos para elaborar el yogurt. Luego, este material entra en las cámaras de incubación con sus respetivas temperaturas,  posterior a ello inicia el proceso de cultivo, se determina la homogeneidad, el aroma y el grado de acidez. Doña Gloria resalta que para este proceso no se emplean colorantes, sino vegetales. El azúcar también se esteriliza con el fin de evitar cualquier químico que pueda contener.

En la fábrica se producen cinco tipos de yogurt diferente: el bebible; el dietético elaborado para personas con diabetes o con problemas en el aparato digestivo y la flora intestinal; parfait que consiste en yogurt, crema y 3 capas de mermelada; y el condensado elaborado con capas de yogurt, leche y crema.

Se envasa en vidrio y únicamente el bebible en envases de plástico. Los sabores pueden variar entre mora, frutilla, durazno, guanábana, naranja, mandarina, coco, piña y mango, elaborados con frutas cosechadas de manera orgánica.

Martín Proaño, es uno de sus sobrinos quien al momento de elaborar el yogurt colabora en el proceso, él comenta  que la realización se basa en el trabajo en equipo de los integrantes, ya que cada uno se empeña en hacer su labor con dedicación.  ´´ Es un ambiente en el que todos nos esforzamos por contribuir y crear un buen producto artesanal.´´

Para Doña Gloria, la salud es la fuente de la vida, ´´ no se puede vivir dignamente si no estamos sanos y no servimos a los demás, esa es la riqueza que tiene el ser humano.´´

El Yogurt de la Abuela, más allá de pretender ser un negocio, busca abrir fuentes de trabajo para las personas de la zona, que en su mayoría son de escasos recursos, dedicadas al campo y a pequeñas producciones de sus ordeños o cultivos, contrastando con los valores de solidaridad y empatía que definen a Doña Gloria.

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